
1- Habrá de usar gafas de pasta, preferiblemente negras, aunque, en casos escogidos, se admitirá el rojo.
2- Será licenciado o similar, preferiblemente en letras. Un Fernando periodista será puesto en cuarentena. Un iletrado nunca podrá ser Fernando.
3- Dirá siempre lo que piensa. A los neuróticos e histéricos nos gusta contar con la mayor información posible.
4- Gustará de la buena lectura, no de autores de consumo. Con un libro de Acantilado o Pretextos bajo el brazo estará muy bien considerado.
5- Gustará de la buena música, sobre todo, de Bach, Mozart y Chopin. Si detesta a Wagner y Puccini tendremos mucho de lo que hablar
6- Gustará del arte. Si me lleva al Museo del Prado, me hará feliz. Si me lleva a una buena galería, seré suyo para los restos.
7- Vestirá bien. Con Zara y H&M se pueden hacer grandes cosas, no hay más que ver a quien os escribe... Si bien, una americana o unas zapatillas de El Ganso convertirían a Fernando en un ser delicioso.
8- Olerá bien. No me refiero a la higiene, cosa que se da por supuesta, sino a la prevención contra ciertos perfumes con los cuales mi hermosa nariz no se lleva bien. Fernando, oliendo a naranjas, estaría para comérselo.
9- No será especial comiendo. Gastronómicamente hablando, mis pequeñas zorras malpensadas. Yo todo lo hago rico y me gusta que Fernando deguste mis manjares. Y sigue sonando guarro, lo sé.
10- Será cariñoso. No cabe en mi cama un Fernando frío, un Fernando ausente y, menos, un Fernando castigador.
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